explora lisboa desde una ubicación central excelente

Disfruté explorando la ciudad, con el Castelo de São Jorge a menos de 5 minutos a pie y el hermoso Miradouro da Senhora do Monte a unos pasos, ideal para disfrutar de vistas increíbles, además, la cercanía a restaurantes deliciosos como el Bengal Restaurante me permitió saborear la gastronomía local sin complicaciones. aunque la limpieza del baño podría mejorar, mi experiencia general fue bastante positiva.

Considera probar los quesos ecológicos de Quebec en un mercado cercano, son una delicia.

La habitación tenía una hermosa vista de la ciudad que nos dejó maravillosamente impresionados cada mañana.

La atención al cliente fue deficiente, ya que el personal no estaba familiarizado con las preguntas que les hacíamos.

• Desayuno completo
• Personal amable
• Habitación cómoda

• Olor a humedad
• Ruido exterior

habitaciones limpias, equipamiento práctico, ventanas insonorizadas

La zona del parque Martim Moniz deja mucho que desear, llena de suciedad y personas en situación de calle. Además, la ducha debería mejorar, el drenaje fue un verdadero dolor de cabeza. ¡No esperaba eso en un hotel!!!

recomendaría este lugar for una visita momentánea

Cómoda cama, fresco desayuno, excelente ubicación. disfruté de un buen descanso en la cómoda cama principal y aprecié el desayuno fresco, además de la facilidad para explorar la ciudad, pues el hotel está a solo 6 km del aeropuerto.

Nada, ninguna queja.

la habitación era tan pequeña que apenas había espacio para moverse, ya ni hablemos del baño, que estaba constantemente oliendo a tubería. por si fuera poco, ni un simple gesto de cortesía como una botella de agua me ofrecieron, un verdadero descuido considerando el precio. casi escribo una buena crítica, pero no pude.

Las habitaciones son tan luminosas que se podría pensar que tienen una conexión directa con el sol. Con un desayuno buffet que siempre parecía recién salido de un resort de lujo, cada mañana era un festín. Y quién no ama una buena taza de café después de descubrir que el mirador da Senhora do Monte está a un paso para disfrutar de vistas que hacen que la cámara se sienta celosa.

Olor a humedad

La ubicación del hotel es espectacular. El tranvía es muy accesible y me permitió recorrer la ciudad sin problemas. El desayuno incluía opciones que estaban frescas y sabrosas, aunque no era muy variado. La habitación era espaciosa y las camas cómodas, lo que hizo que mis noches fueran placenteras. Sin embargo, el olor a humedad en algunas áreas fue bastante molesto. hubo problemas con el desagüe del lavamanos, lo que requirió la asistencia del mantenimiento en un par de ocasiones. Aunque el personal estuvo presente una vez que se les necesitó, me hubiese gustado que hubiera un contacto de emergencia durante la noche por si necesitaba algo.

Madre mía! Los quesos ecológicos de Quebec son una joyita que descubrí cerca. Y no sólo eso, el Jardim de Bambu a un paso, ¡un festín oriental! Además, la ubicación era un ticket dorado para moverme a los must de Lisboa, fácil de llegar a cualquier lado.

Ay, el cuarto era un horror. Mini cama, ruidazo de máquinas de aire y un baño que olía a todo menos a fresco. Era más una bodega que un hotel. No sé si me malinterpreté al mirar las fotos, pero esto era un sin Dios. Para el precio, esperaba mucho más.

Ubicació molt correcta, a prop del metro i supermercats. Habitació àmplia i neta, amb una cuinetta que va venir de perles. El personal sempre disposat a ajudar, una meravella!

Habitaciones luminosas, trato servicial, excelente ubicación – una experiencia sobresaliente.

Los recepcionistas muy amables y atentos. La ubicación es genial para explorar la ciudad. La habitación tenía olor a humedad y el desayuno, aunque bien presentado, era limitado en opciones. Hay una buena variedad, pero a veces faltaban cosas.

Disfruté de mi estancia aquí, especialmente del desayuno buffet, que aunque no era muy variado, siempre estaba fresco y rico. me relajé en la sala de estar después de un día explorando, y la opción de ver una película fue un gran plus. Solo el baño podría usar un poco más de atención, pero no arruinó mi experiencia, ¡definitivamente un lugar recomendable para una buena escapada! 😊

La habitación que elegimos tenía una vista espectacular de la ciudad, perfecta para disfrutar del atardecer. La ubicación del hotel es bastante céntrica, lo que facilita el acceso a sitios emblemáticos de Lisboa sin complicaciones.

El desayuno dejó mucho que desear. los platillos eran limitados y la falta de espacio en el comedor hizo que a veces no tuvieses donde sentarte a disfrutarlo. Además, noté un olor desagradable en la habitación que persistió durante toda mi estancia, lo que me desconcertó bastante, eh. También, el estado del baño no era aceptable. tenía manchas de humedad y fugas que no deberían estar en un hotel con este precio.